Alimentación, Salud
Los beneficios de la alimentación ecológica y la cosmética natural
Hoy en día vivimos rodeados de alimentos ultraprocesados elaborados de manera industrial y con una gran cantidad de conservantes que se utilizan para poder alargar la fecha de caducidad de los mismos. Afortunadamente, en este contexto surge la tendencia de la alimentación ecológica que aporta grandes beneficios para la salud del individuo, con ingredientes 100% naturales y sin manipulación genética.
Ventajas de los productos BIO
Los productos BIO son aquellos no modificados genéticamente. Se han cultivado respetando el medio ambiente, no se han utilizado pesticidas, fungicidas u otros productos químicos que pueden llegar a convertir nuestro organismo en un almacén de tóxicos y, con el paso del tiempo, ser los causantes de que se desarrollen enfermedades tan importantes como el cáncer. Lo peor de todo esto es que la mayoría de las personas no tienen conocimiento de ello, ni de la gran relevancia que tiene para la salud física, mental y emocional del individuo.
La alimentación ecológica no contiene aditivos ni conservantes químicos que perjudican nuestra salud. Además, el cuerpo asimila los productos naturales con mayor facilidad puesto que los identifica como componentes afines al mismo. Por si esto fuera poco, el sabor no es el mismo, ni tampoco el valor nutritivo.
Además cuentan con certificados ecológicos que sirven para garantizar el carácter estrictamente natural de estos alimentos. Como consumidores podemos reconocer los productos ecológicos por los logotipos de la autoridades certificadoras. También, cuando corresponda, estará visible la leyenda de “Agricultura ecológica”.
La cosmética natural y sus beneficios
Se trata de una alternativa a la cosmética industrial mucho más saludable y, con el paso del tiempo, más eficaz. Es, sin duda, una tendencia que está en auge por sus múltiples ventajas.
Seguro que en alguna ocasión te ha llamado la atención la etiqueta de una crema o cosmético. En ella habrás leído nombres impronunciables de ingredientes químicos que aceleran los efectos del producto pero que, como contrapartida, pueden provocar problemas en la piel y alergias. Además todas esas sustancias son absorbidas por nuestro cuerpo y nos afectan negativamente.
Frente a esto, la cosmética natural utiliza materias primas que hacen que el producto se asemeje a la composición bioquímica de nuestra piel. No utiliza componentes derivados del petróleo, ni parabenos, ni siliconas. Tampoco aditivos o conservantes artificiales ni aromas sintéticos.
Regenera la piel, la protege y la cuida con eficacia. No tiene efectos secundarios y, a diferencia de la cosmética convencional, actúa de manera suave y no agresiva.
Además, cuenta con beneficios para el medio ambiente, pues su fabricación no libera residuos químicos que son posteriormente vertidos en la naturaleza.
En definitiva, hablar de alimentación ecológica y cosmética natural no tendría que ser una moda ni una tendencia, sino un derecho para todos los consumidores. El objetivo de una sociedad más sana, concienciada y justa debería ser la generalización de este tipo de productos que además, al extenderse su consumo, serían cada vez más económicos y accesibles.
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