Alimentación
La cúrcuma: un tesoro anaranjado con virtudes terapéuticas
La cúrcuma es un alimento utilizado desde la antigüedad y conocido por sus propiedades medicinales.Son amplias y reconocidas sus virtudes terapéuticas, destacando su capacidad antiinflamatoria gracias a su molécula curcumina.
La “Curcuma longa” es una planta herbácea de la familia de las zingiberáceas. Lo que utilizamos es su raíz, ya sea fresca (que no es demasiado fácil de encontrar pero en Vitasfera la hemos traído especialmente para ti), o bien seca y molida. Externamente recuerda un poco al jengibre (aunque el interior de éste es amarillo y el de la cúrcuma naranja) Es ampliamente usada en la gastronomía india y en la medicina ayurveda.
La cúrcuma: un potente anticancerígeno
La cúrcuma es probablemente uno de los alimentos más anticancerígeno que existen ya que la curcumina es capaz de inhibir el crecimiento de muchos tipos de células tumorales (ovario, mama, colon, hígado, pulmón, páncreas, estómago, vejiga, etc). Los poderes antioxidantes de la cúrcuma se comparan con las vitaminas C y E. Básicamente, esta propiedad se debe al carácter fenólico de la curcumina, pero también se debe al extracto acuoso. Gracias a esta propiedad, la cúrcuma reduce la peroxidación lipídica, que es la causante de muchas enfermedades, inhibiendo los procesos de aterogénesis.
También es un potente antiinflamatorio comparable con la cortisona y a la fenilbutazona, con la gran diferencia de que no produce efectos secundarios. Es pues un potente aliado para mejorar trastornos como la artritis y heridas y, al contrario que los productos de origen químico cuando se utilizan de manera prolongada, no afecta la función hepática.
Además de las ya expuestas, la cúrcuma tiene propiedades antimicrobianas, fungicidas y actúa como protector de los tejidos del cerebro frente a sustancias dañinas como el cadmio o el plomo.
Un tesoro también en tu cocina
Aunque destaca por ser el ingrediente principal del curry podemos añadirla a todos nuestros platos: sopas, guisos, arroces, zumos vegetales, ensaladas, etc. Aporta un color amarillo anaranjado intenso. Su sabor es cálido y ligeramente amargo y encaja muy bien con platos de arroz, guisos y lentejas, con berenjena, espinacas, pollo y pescado.
Si no lo has hecho todavía, te recomendamos que la pruebes en infusión con té verde, pimienta y unas gotas de zumo de limón. ¿Te animas?
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